Le falta todavía definirse
Decididamente RTVE está teniendo un problema de comunicación. Al ridículo del martes anunciando el España-Portugal femenino en una cadena cuando al final se emitió por otra, cabe unir el de este miércoles con el simulcast del estreno de Malas lenguas. Estaba previsto en La 2 pero para ganar audiencia lo pusieron también en La 1, aunque sin anunciarlo. Y ahora piensan en el doblete hasta el 16 de abril. Y luego ya verán. El caso es que en La 1 tuvo un 9,3 de audiencia y en La 2, un 2,5. Bueno, lo normal a esas horas de la tarde. Otra cosa es el programa que presenta Jesús Cintora. Después de verlo nos queda la duda de exactamente qué es lo que se pretende conseguir con este magacín de más de dos horas de duración. Es un cajón de sastre que va recordando, por ejemplo, al Todo es mentira de Risto Mejide; el Intermedio de Wyoming, el Al rojo vivo de Ferreras y a pinceladas de Sonsoles Ónega y Ana Rosa. Le sobró demasiado Trump y demasiado Franco en su estreno y lo mejor fueron los remedos de los guiñoles ses o de los Spitting Images británicos.