Luís Gutiérrez, médico, sobre los golpes de calor: "Hay que estar preparados para este fin de semana"
Los expertos alertan sobre la importancia de reconocer a tiempo los síntomas de un golpe de calor

Un termómetro marca 38 grados en Lleida ciudad.
El país se prepara para soportar una oleada de calor inusual para estas fechas, con previsiones que sitúan el termómetro por encima de los 35 ºC y rozando los 40 durante el próximo fin de semana. Los expertos sanitarios han lanzado una alerta sobre la importancia de reconocer a tiempo los síntomas de un golpe de calor, una condición que puede resultar grave si no se actúa con rapidez. "Hay que estar preparados para este fin de semana", advierten los facultativos. El Dr. Luis Gutiérrez Serantes, especialista consultado por el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS), subraya la importancia de esta identificación temprana: "Un golpe de calor no da tiempo a reaccionar si no se identifican los signos a tiempo". Esta afirmación cobra especial relevancia ante el escenario meteorológico previsto para los próximos días.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la mayoría del territorio español experimentará hasta el 1 de junio un episodio térmico más propio del verano que de la primavera. Este fenómeno, provocado por un anticiclón que arrastra polvo en suspensión desde el norte de África, mantendrá las temperaturas mínimas por encima de los 20 ºC en numerosas localidades, creando lo que los meteorólogos denominan "noches tropicales", que dificultan el descanso y la recuperación del organismo.
El brusco ascenso térmico tras un periodo prolongado de lluvias e inestabilidad aumenta el riesgo de sufrir problemas relacionados con el calor, especialmente para los colectivos más vulnerables como ancianos, niños pequeños y personas con patologías previas.
Cómo identificar un golpe de calor: el sistema de tres niveles
El Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) ha difundido un método sencillo pero eficaz para detectar progresivamente los síntomas de un golpe de calor, estableciendo tres niveles de alerta que permiten actuar antes de que la situación se torne crítica:
Nivel 1 (primeros síntomas): La piel se vuelve roja y caliente al tacto, aparece una sed intensa acompañada de sequedad bucal y una abrumadora sensación de calor sofocante. En este estadio, el organismo está enviando señales claras de alerta que no deben ignorarse.
Nivel 2 (síntomas moderados): Si la exposición al calor continúa, pueden aparecer calambres musculares, cefalea intensa, taquicardia y dolor abdominal. Estos síntomas indican que el cuerpo está teniendo dificultades para regular su temperatura interna.
Nivel 3 (síntomas graves): La situación se vuelve crítica cuando aparecen signos como agotamiento extremo, confusión mental, vómitos, desmayos o, en casos extremos, pérdida de consciencia. En esta fase, la asistencia médica urgente resulta imprescindible.
Medidas preventivas recomendadas por los especialistas
Los expertos sanitarios coinciden en que la prevención sigue siendo la mejor estrategia para evitar complicaciones relacionadas con las altas temperaturas. Entre las recomendaciones básicas destacan:
- Evitar la exposición solar directa entre las 12:00 y las 16:00 horas, franja en la que la radiación alcanza su máxima intensidad.
- Utilizar ropa ligera, transpirable y de colores claros que refleje la radiación solar en lugar de absorberla.
- Mantener una hidratación constante, bebiendo agua regularmente aunque no se sienta sed, ya que esta sensación puede aparecer cuando ya existe cierto grado de deshidratación.
- Prestar especial atención a los grupos vulnerables: personas mayores de 65 años, niños pequeños, mujeres embarazadas y trabajadores que desarrollan su actividad a la intemperie.
- Refrescar el ambiente de los hogares mediante el uso adecuado de ventiladores, aires acondicionados o métodos tradicionales como mantener las persianas bajadas durante las horas de mayor insolación.
Protocolo de actuación ante un posible golpe de calor
Si a pesar de las precauciones se detectan los síntomas descritos, los sanitarios recomiendan seguir un protocolo de actuación inmediato:
1. Trasladar a la persona afectada a un lugar fresco y a la sombra, preferiblemente con corrientes de aire.
2. Hidratarla istrando pequeños sorbos de agua (nunca grandes cantidades de golpe).
3. Retirar el exceso de ropa para facilitar la transpiración y el enfriamiento corporal.
4. Aplicar compresas húmedas en zonas estratégicas donde los vasos sanguíneos son más superficiales: axilas, cuello e ingles. Esta medida ayuda a reducir la temperatura corporal de forma eficiente.
5. En casos graves (nivel 3), ar inmediatamente con los servicios de emergencia a través del 112, sin demorar la asistencia médica profesional.
¿Por qué son peligrosas las olas de calor tempranas?
Los episodios de calor intenso que se producen a finales de primavera, como el que se aproxima, resultan especialmente peligrosos porque el organismo no ha tenido tiempo de aclimatarse a las altas temperaturas. Este proceso de adaptación fisiológica, conocido como aclimatación térmica, requiere varios días y permite que el cuerpo optimice sus mecanismos de sudoración y regulación térmica.
Además, la población suele estar menos concienciada sobre los riesgos del calor cuando aún no ha comenzado oficialmente el verano, lo que puede llevar a subestimar las precauciones necesarias. El contraste con las temperaturas más suaves o incluso frescas de las semanas anteriores hace que el impacto fisiológico sea mayor.
¿Quiénes deben extremar las precauciones durante la ola de calor?
Si bien toda la población debe tomar medidas preventivas, existen grupos que requieren una vigilancia especial:
- Personas mayores: Su capacidad de termorregulación está disminuida y a menudo tienen menor sensación de sed, lo que aumenta el riesgo de deshidratación silenciosa.
- Niños pequeños: Su sistema de regulación térmica aún no está completamente desarrollado y dependen de terceros para hidratarse adecuadamente.
- Pacientes con enfermedades crónicas: Especialmente cardiopatías, problemas renales, diabetes o trastornos neurológicos que pueden agravarse con el calor.
- Personas que toman ciertos medicamentos: Algunos fármacos como diuréticos, antidepresivos o antipsicóticos pueden alterar la capacidad del organismo para regular su temperatura.