Una pareja de médicos ucranianos aprueba el MIR en España tras huir de la guerra en coche
Han escogido esta semana las especialidades de ginecología y otorrinolaringología en Sevilla tras haber conseguido los puestos 1.693 y 1.698 en el examen

Artem Panchenko, especializado en otorrinolaringología, junto a su pareja Yuliia Shevchenko, especializada en obstetricia y ginecología, posan en el centro de salud La Loma, de Torrevieja.
En septiembre del año pasado, Artem Panchenko y Yuliia Shevchenko emprendieron un viaje por carretera desde Ucrania con dos objetivos: escapar de la guerra y aprobar el exigente examen MIR en España. Tras un recorrido de seis días y meses de estudio intenso, este pasado miércoles ambos lograron su propósito al conseguir plaza en Sevilla, él en otorrinolaringología en el Hospital Virgen del Rocío y ella en ginecología en el Hospital Virgen de Valme, con tan solo cinco números de diferencia en la clasificación (puestos 1.693 y 1.698).
Desde Torrevieja, donde se establecieron temporalmente, relatan las dificultades del trayecto y la preparación del examen en condiciones complicadas. Con recursos limitados y bajo el estrés constante de los apagones y los bombardeos en su país, compaginaron sus trabajos médicos con el estudio del español y del temario, mucho más amplio y complejo que el exigido en Ucrania. “Había días en los que no podíamos ni dormir”, explica Yuliia.
Ambos comenzaron a planear su futuro en España desde 2019, cuando visitaron el país durante su luna de miel y quedaron enamorados de él. Desde entonces, iniciaron el proceso de homologación de sus títulos y comenzaron a estudiar el idioma a distancia desde Dnipro. Pese a la dureza del examen, que según expertos ha sido el más difícil de la historia, consiguieron resultados sólidos que les permitieron elegir especialidades en la misma ciudad, uno de sus grandes anhelos.
Aún sin haber visitado Sevilla, se muestran ilusionados con su nuevo destino y esperanzados con poder construir allí una vida profesional y personal. “Es una ciudad grande, con buenos hospitales, donde se puede investigar y crecer”, afirman. Con un español fluido y la convicción de haber tomado el camino correcto, Artem y Yuliia dejan atrás un país en guerra para empezar un nuevo capítulo como médicos residentes en Andalucía.