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Las playas catalanas que National Geographic recomienda para esta Semana Santa

La prestigiosa revista ha seleccionado dos calas catalanas entre las 25 playas más bonitas de España

Cala Aiguablava, en Begur.

Cala Aiguablava, en Begur.Wikipedia.

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La revista National Geographic, referente mundial en contenidos sobre naturaleza, ciencia y viajes, ha publicado recientemente un listado con las 25 playas más impresionantes del Estado español, donde dos joyas de la Costa Brava han conseguido un lugar destacado. El ranking, que llega justo a tiempo para la planificación de las escapadas de Semana Santa, sitúa Cala Aiguablava y Cala Pola entre los destinos costeros más recomendables, junto con seis playas más distribuidas a lo largo de los Países Catalanes.

Esta selección, elaborada por expertos en turismo y medio ambiente, pone en valor la extraordinaria calidad paisajística del litoral catalán. Cala Aiguablava, ubicada en el municipio de Begur (Baix Empordà), ha cautivado los editores de National Geographic por "su agua turquesa y cristalina, rodeada de acantilados y bosques de pinos". A pesar de sus dimensiones reducidas —con sólo unos 100 metros de longitud—, esta cala representa la esencia más auténtica de la Costa Brava gracias a "su calidad paisajística y natural". Por su parte, Cala Pola, próxima a Tossa de Mar (la Selva), destaca por su arena gruesa y dorada, así como por las aguas tranquilas que la convierten en una opción ideal para el turismo familiar. La publicación resalta su "paisaje de belleza espectacular", característico de la zona norte del litoral catalán.

Les playas catalanas que han cautivado National Geographic

Cala Aiguablava, situada en el término municipal de Begur, constituye un auténtico tesoro natural del Baix Empordà. Este rincón de la Costa Brava se caracteriza por su peculiar forma de herradura y para estar protegida por un entorno rocoso que contribuye a la calma de sus aguas. La vegetación mediterránea que lo rodea y los acantilados que la flanquean crean un conjunto armónico que ha seducido a los expertos de National Geographic. Además, cuenta con varios servicios que facilitan la estancia a los visitantes, como restauración y alquiler de embarcaciones, sin que eso haya afectado a su esencia natural.

Con respecto a Cala Pola, se trata de una playa situada a pocos kilómetros del núcleo urbano de Tossa de Mar. Con una extensión moderada pero suficiente para acoger a los bañistas sin sensación de amontonamiento, esta cala es especialmente valorada por las familias. Les suyas aguas, excepcionalmente tranquilas y transparentes, permiten disfrutar de actividades acuáticas como el snorkel con total seguridad. El entorno boscoso que lo abraza proporciona zonas de sombra natural, una ventaja adicional durante los meses más calurosos del verano.

Otras playas destacadas en los Países Catalanes

La selección de National Geographic va más allá del territorio estrictamente catalán e incluye seis destinaciones más repartidas por el conjunto de los Países Catalanes. En la Comunidad Valenciana, la revista destaca Cala Granadella (Xàbia) y la Playa de Tabarca (Alicante). La primera es considerada por muchos como la playa más bella de la Comunidad Valenciana, con un ambiente preservado y aguas de un azul intenso. La segunda, ubicada en la única isla habitada de la región valenciana, ofrece un entorno de gran valor ecológico e histórico.

En las Islas Baleares, el archipiélago cuenta con una nutrida representación en esta selección. En Mallorca, el Caló de se Moro (Santanyí) se gana un lugar por sus aguas turquesas y el entorno rocoso que crea un ambiente casi de piscina natural. Menorca aporta el conjunto formado por Cala Macarella y Cala Macarelleta, dos espacios naturales protegidos que ejemplarizan a la perfección el valor paisajístico de la isla declarada Reserva de la Biosfera.

Ibiza está representada por Cala Saladeta, una pequeña joya escondida al lado de Cala Salada, más conocida y frecuentada. Finalmente, Formentera completa la lista con el Caló de se Muerte, un espacio natural de dimensiones reducidas pero con un encanto excepcional que ha cautivado a los expertos de la prestigiosa publicación.

¿Por qué estas playas resultan ideales para Semana Santa?

La primavera, y en particular el periodo de Semana Santa, representa una oportunidad excelente para descubrir estas destinaciones costeras antes de la llegada masiva de turistas durante el verano. En abril, las temperaturas en la costa mediterránea empiezan a ser agradables, permitiendo disfrutar de los paisajes y, para los más atrevidos, incluso de un primer baño de temporada.

Además, visitar estas playas fuera de temporada alta ofrece la ventaja de poder apreciar su belleza natural en un entorno más tranquilo y menos concurrido. Les calas como Aiguablava o Pola revelan durante esta época todo su esplendor paisajístico, con una luz especial que potencia los contrastes entre el azul del mar, el verde de los pinos y el ocre de las rocas.

¿Cómo acceder a estas playas catalanas?

Cala Aiguablava es accesible por carretera desde Begur, con un aparcamiento próximo que, a pesar de ser de pago durante el verano, suele tener plazas disponibles en primavera. También se puede llegar por un camino de ronda que ofrece vistas espectaculares de la costa. Por su parte, Cala Pola es accesible por carretera desde Tossa de Mar, con un pequeño parking gratuito, o mediante embarcaciones que salen regularmente del puerto de la localidad durante la temporada turística.

Hay que tener en cuenta que, aunque estas playas disponen de servicios básicos durante el verano, a Semana Santa algunos establecimientos pueden permanecer todavía cerrados. Por eso, es recomendable llevar provisiones si se planea pasar el día entero disfrutando de estos entornos naturales privilegiados.

¿Qué dicen los expertos sobre la calidad de estas playas?

La inclusión de estas playas catalanas al ranking de National Geographic no ha sido casual. La revista cuenta con un equipo de expertos en geografía, biología marina y turismo sostenible que evalúan varios factores antes de realizar sus recomendaciones. Entre los criterios considerados destacan la calidad del agua, la singularidad del paisaje, la conservación del entorno natural y el equilibrio entre los servicios disponibles y la preservación de la esencia autóctona.

Según varios ecólogos marinos consultados, tanto Cala Aiguablava como Cala Pola mantienen un notable equilibrio ecológico, con comunidades submarinas bien conservadas que permiten observar una interesante biodiversidad mediterránea. Este factor, junto con la limpieza de sus aguas -ambas playas ostentan la bandera azul que certifica su calidad ambiental- ha estado determinando para su inclusión en esta prestigiosa selección.

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