El morbo es lo que tiene
Hay que rendirse a la evidencia. La pataleta de Melody en El Hormiguero con un desatado Pablo Motos que hasta se atrevió a hacer una pobre imitación del “ventilador de la diva”, aunque obvió en todo momento el nombre del coreógrafo al que despachó como “el bailarín”, congregó a 2.500.000 espectadores ante la pantalla del televisor, o lo que es lo mismo, un 19,9 por ciento de audiencia. Una barbaridad. La revuelta, que ayer fue sacrificada para que Buenafuente no comenzara demasiado tarde (se jugaba el Francia-España de la Nations League), se quedó en un 11,3. Melody, que siguió demostrando que no sabe perder, volvió a referirse a su fracaso en Eurovisión, sí, ese antepenúltimo lugar cuando los palmeros de turno la daban ya como ganadora, como una conjura en la que RTVE fue la peor parada, a la que le dijo de todo menos bonita por los continuos cambios impuestos a su canción, a su vestuario, a su coreografía e incluso a los planos que mostraba la realización de su paso por el escenario (las imágenes servidas no eran de La 1, que quede claro). Y aún le falta un ¡De Viernes!