Boom de mutuas privadas en Lleida: uno de cada cuatro ciudadanos busca alternativas a la sanidad pública
Más de 125.000 leridanos han contratado una póliza, un 27% más que hace 10 años

Las listas de espera en la sanidad pública disparan la afiliación a mutuas privadas.
Más de uno de cada 4 (el 28,1%) de leridanos tienen una mutua privada de salud. Son 125.000, tras haber aumentado un 27% en una década, mientras que el crecimiento en toda Catalunya ha sido del 35%. Médicos y directivos del sector coinciden en que se explica por varias causas, pero sobre todo por las altas listas de espera en la sanidad pública.
Más de 125.000 leridanos tienen una mutua privada de salud, una cifra que ha crecido un 27% en la última década. Según los últimos datos del departamento de Salud, el 28,1% de los leridanos disponían de un seguro sanitario libre en 2023, mientras que en 2014 eran el 22,6% (98.832 personas). El auge es más pronunciado en el conjunto de Catalunya, donde el alcance de la sanidad privada ha crecido un 35% en el mismo periodo, de 2.032.911 a 2.746.704 asegurados. No obstante, para calcular el conjunto de personas con una doble cobertura sanitaria real se debe restar el número de funcionarios (125.139 en 2023), ya que para ellos es la forma de recibir la asistencia sanitaria universal. Aun así, uno de cada tres catalanes (33,1%) opta por la privada. En 2023, el coste medio de una póliza era de 850 euros al año, según Salud.
Médicos y directivos del sector coinciden en que no hay una sola causa que explique el auge de las mutuas, pero señalan a las altas listas de espera de la sanidad pública como uno de los principales motivos, de la misma forma que los s consultados por este diario.
La delegada de Salud en Lleida, Rosa Pérez, recordó que Catalunya es y siempre ha sido la comunidad donde hay más población con seguro sanitario privado. Acto seguido, consideró que el motivo de que continúe yendo a más es “multifactorial”. Opinó que la mejora de la coyuntura económica en los últimos años es una de las causas, al entender que las pólizas suponen “una mejora de la calidad de vida”, y que también hay empresas que las ofrecen a sus empleados. Sobre el efecto que pueden tener las listas, se limitó a manifestar que “sí es verdad que desde Salud debemos estar atentos a lo que pasa, que nos indica que hemos de reforzar el sistema público, sobre todo para su accesibilidad”. También opinó que la colaboración entre pública y privada “es muy buena, siempre bajo el paraguas de la transparencia”. No obstante, de momento Salud no tiene previsto derivar más actividad en Lleida al margen de la del concierto con Mi NovAliança, que forma parte del Siscat (sistema sanitario de utilización pública de Catalunya, que incluye a hospitales concertados). Pérez solo apuntó que esto podría suceder por motivo de obras en hospitales públicos, y recordó que los privados colaboraron estrechamente durante la pandemia.
El Colegio de Médicos de Lleida valoró que “desgraciadamente, la sanidad pública tiene unas listas de espera que pueden alargar los procesos y en estos momentos la sanidad privada ofrece, en general, un más rápido”. No obstante, apuntó que las listas también están aumentando en ciertas especialidades de la privada. La vocal Mercé Matute y el presidente de la sección de médicos de medicina privada, Josep Maria de Bergua, indicaron que los pacientes también priorizan la posibilidad de elegir el médico “de acuerdo con su subespecialidad, su experiencia o la confianza que le transmita”, y añadieron que “en estos momentos, en la sanidad privada de Lleida hay una gran calidad asistencial y una importante subespecialización”. No obstante, alertaron que “la falta de médicos afecta tanto a la pública como a la privada” y valoraron que “no se puede generalizar respecto a las condiciones laborales”, pero “no siempre son mejores respecto a la pública”.
El principal sindicato médico catalán, Metges de Catalunya, consideró “muy preocupante” el crecimiento de la sanidad privada. Su secretario general, Xavier Lleonart, valoró que el principal motivo es que “los pacientes quieren ser atendidos por un médico, el único perfil que puede solucionar prácticamente todas sus demandas, pero la sanidad pública no puede garantizar una accesibilidad rápida por una falta de médicos causada por la falta de inversión en su fidelización”. Indicó que las mutuas suelen ofrecer mejores condiciones, sobre todo en flexibilidad, y aseguró que “hace diez años no ocurría, pero cada vez hay más facultativos que trabajan exclusivamente en la privada”. Asimismo, valoró que “la sanidad pública sigue siendo muy eficiente con los problemas graves, pero los tratamientos de dolencias más cotidianas se suelen demorar mucho, lo que genera desafección de la ciudadanía”.