LOS
Emotiva despedida: el Hiopos no puede brindar la victoria tras caer ante un Unicaja muy superior
Fin de curso en el Barris Nord, donde fue aclamado Hasbrouck, uno de los héroes del ascenso

Hasbrouck, molt emocionat, acomiadant-se de l’afició. - POL PUERTAS/ACB PHOTO
La Liga ACB bajó ayer el telón en el Barris Nord, donde los de Gerard Encuentra firmaron el último baile ante su incondicional afición, a la que no pudieron brindarle la duodécima victoria porque el Unicaja fue muy superior (69-98). Fue una derrota de las llamadas dulces y con tintes emotivos, ya que para varios de sus jugadores era la despedida porque no continuarán en el equipo la próxima temporada, entre ellos un aclamado Kenny Hasbrouck, uno de los héroes del ascenso y que fue manteado por sus compañeros al final del partido.
Con un ambiente mucho más relajado de lo habitual en la grada –la coincidencia con el Aplec del Caragol provocó la peor entrada del curso, con 4.598 espectadores–, el partido arrancó con un triplazo de Walden sobre la bocina que tuvo el premio extra de un tiro adicional que el estadounidense no desaprovechó para situar el 4-0 en el luminoso. No podían empezar mejor los de Gerard Encuentra, que se mantuvieron en la pelea gracias en buena parte a su intensa defensa, que permitió robar más de un balón e incomodó los lanzamientos liberados de los malagueños.
Aun así, el acierto visitante en los tiros de dos puntos, con el gigante Balcerowski dominando ambas pinturas, le dio cierta ventaja. El pívot polaco campó a sus anchas, dominó el rebote, intimidó y forzó hasta seis faltas personales. Sus doce puntos y los seis de Taylor hicieron que la renta llegara hasta los ocho puntos (15-23) a los 8 minutos, momento en que Gerard Encuentra paró el partido para evitar males mayores. Reaccionaron los leridanos con un parcial de 6-0 y, pese a un triple de Kendrick Perry, el partido llegó abierto al final del primer periodo (23-28).
El segundo cuarto no comenzó nada bien para los intereses del Hiopos Lleida, que encajó un parcial de 2-6 que obligó de nuevo a su técnico a pedir otro tiempo muerto, ya que la desventaja se acercaba a la decena de puntos (25-34). Las indicaciones no calaron esta vez y el equipo burdeos entró en barrena, encajando otro parcial, ahora de 5-16, que situó la renta visitante en los 20 puntos (30-50).
En poco más de cinco minutos, los leridanos solo habían sido capaces de anotar dos canastas y un tiro libre, mientras que los malagueños pasaron el rodillo con un juego de tiralíneas y un acierto brutal desde la línea de los 6,75. Un triple de Alberto Díaz, otro de Kalinoski y dos de Djedovic, que enlazó ocho puntos seguidos, hicieron saltar todas las alarmas. Un triple de Hasbrouck rompió la sequía, pero cinco tantos seguidos de Kravish y otros dos de Balcerowski permitieron al Unicaja alcanzar su máxima renta hasta ese momento, 23 puntos (33-56), reducida a 21 al descanso (35-56) por Wiggins.
El partido estaba más que decidido y era cuestión de no caer en una relajación excesiva para no encajar una derrota sonrojante, y el Hiopos no se dejó ir en una segunda parte en la que incluso hizo un atisbo de reacción. El tercer cuarto pasó sin pena ni gloria, con un cuadro leridano aguantando el tipo con Kenny Hasbrouck, muy motivado en su despedida, como su mejor valedor, y un Unicaja intratable en el tiro exterior que siguió agrandando sus números, llegando a dominar por 25 puntos en el ecuador de este tercer periodo (39-64).
En el último asalto, ya sin historia en cuanto al signo que iba a tener el partido, los de Gerard Encuentra se mostraron más intensos, con Oriola y Villar destilando garra e intensidad, lo que les permitió reducir la desventaja hasta los 16 puntos (66-82). Pero ahí acabó todo de raíz. Un parcial de 2-12, con dos triples de Kalinoski, acabó con la resistencia del Hiopos, que cedió por su máxima renta esta temporada en casa, 29 puntos (69-98) –los de Ibon Navarro ya ganaron por 38 en el Martín Carpena–.
Fue una derrota de las que no duelen y con sabor a despedida para muchos, en especial Kenny Hasbrouck, uno de los héroes del ascenso a la ACB, donde el equipo de Gerard Encuentra seguirá una temporada más por méritos propios.