Dos leridanos, a cumplir un sueño en Marruecos

Dos jóvenes de la Segarra vivirán un sueño en tierras marroquíes. Adam Jiménez, de 29 años y natural de Pomar, y Oriol Portí, de 20 y de Granyanella, participarán en la vigésima tercera edición de la Maroc Challenge, un raid por el desierto para vivir cómo era el Dakar de los años 70.

Se trata de una prueba abierta a todo el mundo que quiera adentrarse en esta aventura. Los dos leridanos parten hoy hacia Almería con su todoterreno, un Volkswagen Tuareg de 230 caballos que ya ha participado en tres ocasiones en esta cita automovilística. Embarcarán en un ferry hasta Nador y de allí se desplazarán hasta Saïdia, el punto de partida del raid. A partir del domingo afrontarán seis etapas de entre 150 y 400 kilómetros. “Cada día estaremos conduciendo entre 8 y 10 horas si no se complica la cosa”, explica Adam, que será el piloto, mientras que Oriol hará de copiloto.

Ambos son aficionados del mundo del motor desde pequeños. “Siempre había tenido esta espinita de tocar la arena, pisar las dunas y el desierto”, asegura Adam. Oriol, por su parte, quiere convertir su afición en su profesión, y por ello está estudiando mecánica. “En un futuro me gustaría abrir un taller o trabajar en algo relacionado con los coches”, afirma. Los dos forman parte de la escudería de Cervera WRC Management que organiza el Rally Ciutat de Cervera. Después de vivirlo desde la organización, ahora quieren saber qué se siente al volante.

En esta edición de primavera de la Maroc Challenge participarán un total de 150 equipos de diferentes categorías. En su caso se han inscrito con el nombre Adoracing en la modalidad de todoterrenos, en la TT2 que cuenta con un total de 35 equipos. Con la inscripción, podrán disponer de asistencia técnica y médica en caso de que fuera necesario. Es la primera vez que participan en una prueba de estas características, ya que su bagaje en los rallies son dos pruebas de resistencia en asfalto por Calaf y Viladrau.

Para prepararse asistieron a un entrenamiento durante un fin de semana en La Puebla de Alfindén, en Zaragoza. “Pensábamos que sería más difícil y nos quedamos más tranquilos”, asegura Oriol. Deberán seguir la ruta a través de un sistema de navegación que les mostrará el track, cumplir con los controles de paso “y no podemos desviarnos más de 250 metros, si lo hacemos tendremos penalización y puntuamos menos”, explican. Cada equipo lleva un sistema profesional de localización llamado Stella III.

Para Oriol, su principal objetivo es pasarlo bien, “ver cómo es y si pudiéramos hacer podio, súper contentos, pero vamos a disfrutar y a coger experiencia”, apunta. Adam asegura que su meta es poder acabar. Nunca han viajado juntos tantos días pero tienen algo muy claro: “Somos un equipo, si nos enfadamos no llegaremos a ningún sitio”, coinciden. Son conscientes de que será duro, sobre todo mentalmente, pero no les faltan ganas ni ilusión.