ENTREVISTA
Belén Funes, cineasta: «No hablar de la crisis de la vivienda es ciencia ficción»
La directora y guionista presentó ayer en los cines Screenbox de Lleida su segundo largometraje ‘Los Tortuga’, un retrato del duelo con las mujeres en el centro

«No hablar de la crisis de la vivienda es ciencia ficción» - AMADO FORROLLA
¿Quiénes son los ‘tortuga’ que dan título a su segunda película?
Es una palabra que utilizaban la gente del pueblo para referirse a los que se marchaban a las ciudades a intentar buscar un futuro mejor. Como mi padre, que se fue de Jaén a Barcelona con 19 años. Se les llamaba así porque cargaban con toda su vida a las espaldas.
En el film habla de muchos temas. ¿Cuál destacaría?
Uno muy importante es el duelo, que es el hilo conductor de toda la película. Cómo las dos protagonistas, madre e hija, deben afrontar la muerte del esposo y padre. Explica el camino que hacen, pero sobre todo va de la fragilidad y de la incapacidad que tenemos como seres humanos que somos de compartir con quien tenemos delante que somos frágiles en un momento malo de la vida.
Y el problema de la vivienda no falta en la película...
Es un tema actual, porque intentamos hacer un retrato de la situación real de los personajes, de cómo sería vivir en Barcelona ahora mismo, y no hablar de que tendrían un problema con la vivienda sería ciencia ficción.
¿Quería hacer un film social?
No, quería hacer una película y sale lo que sale. El cine puede tener muchas funciones, pero yo quiero darle esta dimensión para que no sirva tanto para hablar de política sino que sea un retrato del presente.
¿Cree que está de moda hacer cine rural?
Es una necesidad de explicar, como también hacía Alcarràs, de Carla Simón, de que estamos en un momento en el que hay un fallo generalizado del sistema, que no es que el campo sea mejor y la ciudad peor. Es que está todo en una ruina.
En la película, al final solo quedan las mujeres, ¿por qué?
Pues como siempre, porque en la vida son las mujeres las que arreglan las cosas y quería que quedara reflejado. Hay más personajes femeninos y más interesantes porque cada vez hay más mujeres haciendo cine, pero todavía queda mucho.
¿Queda mucho por hacer?
Sí, para que una mujer que quiera piense en hacer una película de superhéroes o un thriller con un importante presupuesto, porque parece que todas queramos hacer películas intimistas. Que en mi caso, sí, pero puede que otras no quieran.
¿Hay competencia entre las mujeres en este sector?
Es importante crear un tejido entre nosotras y dejar atrás la idea que nos han vendido siempre de que las mujeres tenemos que competir y empezar a ser amigas, que es lo que somos.
En el Festival de Málaga, al recoger el premio a la mejor dirección, se felicitó a si misma. ¿No nos valoramos?
Estamos centrados en las cosas que van mal y nos juzgados y cuestionamos. En el caso de las mujeres, parece que tengan que legitimarse por ocupar el lugar que ocupan, algo que, en mi opinión, a los hombres no les pasa.
¿Cuándo quiso ser cineasta?
A los 20, no soy de las que de niña ya sabía que quería hacer cine. Me pareció una buena forma de explicar cosas interesantes y en el que sería feliz.
¿Y lo es? Feliz, digo.
A veces, sí.