Puentes de sabiduría
Alumnos de la escuela FEDAC pasan una hora a la semana desde hace tres años con los residentes de la Fundació bonÀrea. Los estudiantes comparten sus conocimientos sobre robótica y otras nuevas tecnologías con los mayores, en el marco de un proyecto intergeneracional

El acto de clausura del proyecto el pasado viernes. - C.MARSIÑACH

El acto de clausura del proyecto el pasado viernes. - C.MARSIÑACH

Los alumnos de la escuela FEDAC compartiendo sus conocimientos de robótica con los residentes de la Fundació bonÀrea. - CEDIDA

Puentes de sabiduría

Puentes de sabiduría

Puentes de sabiduría

Puentes de sabiduría
Los alumnos de la escuela FEDAC de Guissona comparten desde hace tres años conocimientos y experiencias con jubilados en las residencias de la Fundació bonÀrea. Y resulta que ambas generaciones conectan más de lo que se hubieran imaginado. “Hemos creado puentes de sabiduría. Nosotros hemos aprendido de ellos y ellos de nosotros”, explica Jéssica Gómez, profesora de educación física y robótica de la FEDAC.
En 2023 arrancó el proyecto Remeis de sempre i per sempre, con la participación de 26 alumnos de cuarto de primaria. Los residentes explicaron a los jóvenes los usos de algunas plantas, cómo cuidarlas e incluso elaboraron jabones, infusiones y ungüentos.
Los estudiantes quedaron tan satisfechos que quisieron repetir la experiencia. En el siguiente curso trabajaron la creación de juegos para favorecer la psicomotricidad adaptados para las personas mayores.
Este año, los alumnos han compartido sus conocimientos sobre nuevas tecnologías con los residentes. “Les hemos enseñado aplicaciones como el Chat GPT o el Canva para hacer diseños. Siempre nos reciben con una sonrisa”, explica uno de los alumnos, Robert Andrei. Por su parte, Jana El Hamdi les enseñó a utilizar Spotify o a hacer funcionar el Whatsapp.
Más allá de adquirir conocimientos, Rosa Hortet, una de las residentes, afirma que la experiencia le ha ido muy bien anímicamente: “Les coges cariño, te aportan mucho, tienen una mentalidad muy abierta y he aprendido a hacer mejores fotografías con el móvil”, explica. A Lourdes Bacardit le enseñaron a hacer funcionar la tablet y, como es una apasionada de la historia, compartieron conocimientos sobre episodios como la Segunda Guerra Mundial.
También les han enseñado los robots educativos con los que trabajan en la escuela y en el espacio de La Llavor. Desde el mes de abril, los alumnos han visitado las residencias cada lunes durante una hora y han tenido una persona mayor de referencia con la que han creado un vínculo muy especial.
La semana pasada tuvo lugar el acto de clausura, en el que las familias de los residentes conocieron a los estudiantes. Para los alumnos, de sexto de primaria, fue un día muy emotivo, ya que después de tres años con ellos, ahora cierran una etapa. “Han hecho mucho vínculo, se creaba un ambiente de calma, respeto y empatía”, concluye Gómez.