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Aigüestortes, la joya del Pirineo, genera cada año entre 8 y 10 millones de euros
Cumple 70 años de su declaración como Parc Nacional, el único en Catalunya

Imagen tomada en el entorno del Planell de Aigüestortes, una de las zonas más concurridas. - JUDITH MIRA
Aigüestortes cumple en octubre 70 años de su declaración como Parc Nacional, tras los que no solo se mantiene como la joya natural del Pirineo, patrimonio único de lagos de alta montaña y de cientos de especies animales y vegetales, sino que se ha convertido en una de las primeras empresas generando una economía de hasta 10 millones de euros.
El parque del agua, la joya del Pirineo, picos de leyenda, paraíso de la diversidad de fauna y flora de alta montaña, donde las especies reinan y hallan refugio para afrontar un reto de calado como el cambio climático. Todo eso y más es el Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, que este año cumple 70 años de su creación. El Boletín Oficial del Estado que lo reconoció como tal (21 de octubre de 1955) lleva la firma del dictador, Franco, pero esa es solo una arista en su milenaria historia. Cuentan que los usos agrarios y ganaderos se vienen desarrollando en esta zona (actualmente, de forma aislada) desde el Neolítico.
Y detrás, más de 190 especies de vertebrados, 1.300 variedades de flora, unos 250 estanques que acompañan el agua en este paraje en todas sus formas: lagos, arroyos, cascadas o saltos conforman la geometría básica del Parc. Son la herencia de los antiguos glaciares del cuaternario que se conservan embalsados gracias al duro granito que caracteriza estas montañas. Y aún más: desde el punto de vista istrativo y social, Aigüestortes es un espacio protegido, con un núcleo de 14.199 hectáreas de superficie central y otras 26.733 de zona periférica que se ha convertido en una de las primeras empresas del Pirineo. Cada año lo visitan unos 600.000 turistas turistas y genera entre 8 y 10 millones de euros de “repercusión en el territorio”, asegura Lluís Florit, actual director del espacio. Decenas de familias de 10 municipios de tres comarcas y Aran viven de Aigüestortes de forma directa (el patronato gestor tiene una plantilla de más de medio centenar de personas) o indirecta.
El entorno permanece aparentemente impasible desde que los glaciares dejaron paso a los lagos. Pero la gestión del entorno sí ha variado: el plan rector de usos y gestión limita las actividades, prohíbe la acampada y regula los s. Pero es del año 2003 y, salvo las restricciones en las entradas al parque, poco ha cambiado. Así que la renovación del documento de gestión, a sus 22 años, es uno de los aspectos que deberán renovarse a corto plazo. El director ite también que la ampliación del espacio protegido es otra asignatura pendiente desde que los últimos proyectos, de 2005, quedaron en el tintero.
El cambio climático marcará las claves de la preservación del que fue el quinto parque nacional del Estado (de una red de 16), que actualmente gestiona por completo la Generalitat. Pero está claro que con 588.250 visitantes en 2024 (628.113 en 2023); once refugios que dibujan una ruta de pedigrí como Carros de Foc; un presupuesto de 2,1 millones de euros y decenas de guías interpretadores del espacio desde todos sus prismas, Aigüestortes se sitúa en la cima de los reclamos turísticos en Lleida. La asociación de guías e interpretadores del parque crea producto divulgativo y turístico desde hace dos décadas, explica su presidenta, Judith Mira.
Visitas gratuitas este verano con críticas de los guías
A los guías interpretadores del Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici (una treintena asociados) no les ha sentado bien que el patronato ofrezca este verano visitas gratuitas al entorno y consideran que es contradictorio con el trabajo remunerado que ofrecen y para el que han tenido que seguir una formación obligatoria que promueve el propio órgano gestor del espacio. El director, Lluís Florit, lo enmarca en una prueba piloto y afirma que si esta actividad se consolida estará abierta a la colaboración de la asociación de guías e interpretadores. Estos reclaman que se retire la gratuidad.