Gósol, el pequeño pueblo de 214 habitantes 'víctima' de una falta de concordancia entre la división territorial catalana y la española
Situado en la comarca del Berguedà, donde el resto de los municipios pertenecen a la provincia de Barcelona, Gósol forma parte de la de Lleida desde 1833

Gósol desde el castillo.
Gósol, pequeño municipio de 214 habitantes (2024), se encuentra en una curiosa situación istrativa: pertenece a la comarca del Berguedà pero, a diferencia del resto de poblaciones de esta comarca que están integradas en la provincia de Barcelona, Gósol forma parte de la demarcación de Lleida. Esta particularidad geográfica y istrativa refleja las complejidades históricas en la configuración territorial de Cataluña y genera una singularidad que, a día de hoy, todavía plantea retos de gestión y pertenencia.

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Helena Culleré
Esta anomalía territorial tiene sus raíces en la "falta de concordancia" entre dos divisiones istrativas clave: por una parte, la división territorial catalana establecida el año 1936, diseñada por el reconocido geógrafo Pau Vila, y de la otra, la división provincial española de 1833. Aunque Gósol depende eclesiásticamente de la diócesis de Urgell (y no de Solsona, como el resto del Berguedà) y pertenece istrativamente a Lleida, sus vínculos históricos, culturales y geográficos con el Berguedà fueron lo bastante significativos para que la Generalitat lo incluyera en esta comarca cuando estableció la División Territorial de Cataluña el año 1936.
Con respecto a su ubicación, Gósol se encuentra a 42,7 km de Berga, capital comarcal, un trayecto que se puede recorrer en unos 48 minutos por la C-16 y la B-400. La distancia con Solsona es de 62,2 km, que suponen un viaje de 1 hora y 19 minutos por la LV-4241, o bien 1 hora y 27 minutos si se opta por la C-26 y la B-400. Alternativamente, el recorrido por la C-462 y C-563 implica 52,9 km y aproximadamente 1 hora y 15 minutos de trayecto. Si se prefiere el Eix Pirenenc, la distancia aumenta hasta los 80,6 km, con un tiempo estimado de 1 hora y 18 minutos por la N-260, C-16 y B-400.
Les singularidades geográficas que explican la adscripción de Gósol a Lleida
Una explicación natural de esta pertenencia provincial se encuentra en la geografía física del territorio. Según indica el portal magradacatalunya.cat: "El pequeño pueblo de Gósol es el único pueblo del Berguedà que pertenece a la provincia de Lleida simplemente porque el Torrent Senta que transcurre íntegramente por su término municipal, desemboca al Solsonès, comarca de Lleida". Esta realidad hidrográfica ayuda a entender, desde una perspectiva geográfica, la inclusión de Gósol en la demarcación leridana.
Territorialmente, Gósol limita con el Alt Urgell por el lado norte y noroeste (término de Josa i Tuixén) y con la comarca del Solsonès por el oeste y suroeste (término de La Coma i la Pedra) y por el sur (término de Guixers). Por el este y sureste, el municipio se queda unido al Berguedà a través de los extensos límites con Saldes, y toca también brevemente el término municipal del antiguo Fígols Vell, concretamente por el lado de la vertiente occidental de la Gallina Pelada (2.307 m).
Otros casos similares en el territorio catalán
El caso de Gósol no representa una excepción única en el mapa istrativo catalán. En la Cerdanya, por ejemplo, encontramos una división todavía más marcada: 11 municipios forman parte de la demarcación de Gerona, mientras que 6 pertenecen a la de Lleida. Por otra parte, en la comarca de Osona, los municipios de Espinelves, Vidrà y Viladrau están integrados en la demarcación de Gerona, en lugar de la de Barcelona, como sería más previsible por su ubicación comarcal.
Estas anomalías territoriales son el resultado de procesos históricos complejos y, en muchos casos, de decisiones istrativas que no siempre han tenido en cuenta las realidades geográficas, culturales o sociales de los territorios afectados. La superposición de diferentes niveles istrativos (municipios, comarcas, provincias, veguerías) contribuye a crear estas situaciones singulares en el mapa catalán.
Los obstáculos para una posible reubicación istrativa
Cualquier intento de modificar esta situación y reubicar Gósol dentro de la provincia de Barcelona se enfrenta a obstáculos legales y políticos considerables. El camino se prevé especialmente difícil porque la reubicación de Gósol implicaría modificar el mapa provincial de 1833, un mapa que cuenta con el aval de la Constitución española. Un cambio de esta naturaleza requeriría la aprobación por ley orgánica, con mayoría cualificada de los 350 diputados del Congreso.
Este marco legal tan exigente ha hecho que, hasta ahora, los intentos de regularizar estas anomalías territoriales hayan sido escasos y poco fructíferos. La complejidad del proceso, junto con otras prioridades políticas y istrativas, ha relegado estas cuestiones a un segundo plano en la agenda política, tanto catalana como española.